Nuestro reloj de pulsera es casi como una extensión de nosotros mismos. Lo llevamos siempre puesto a todas partes y en la mayoría de los casos, sólo nos lo quitamos para ducharnos, lavarnos las manos y a la hora de ir a dormir. Es lógico entender por tanto que la suciedad que se acumula en todas las fisuras y ranuras de nuestro reloj, es perjudicial y debemos mantenerlo limpio, sobretodo en verano que es cuando más sudamos y hacemos actividades al aire libre.
Con un sencillo mantenimiento podemos mantener limpio nuestro reloj estando siempre atentos a los deterioros que puedan surgir y realizando las revisiones específicas.
A continuación os daremos unos consejos de cómo mantener limpio y saludable nuestro reloj de pulsera:
- Debemos tener especial cuidado con los cambios de temperatura, que al igual que a cualquier máquina producen deterioros.
- Aunque el reloj sea de acero inoxidable se puede dañar por el sudor, cremas y el polvo.
CADA RELOJ REQUIERE UNA LIMPIEZA ESPECIAL
- Debemos tener en cuenta si el reloj es sumergible o no. Si tiene resistencia al agua o no, porque aún así, si nos hemos bañado en el agua del mar deberemos quitar la sal con agua dulce. Para ello debemos utilizar agua del grifo y con un cepillo dental frotando las partes donde más de acumula la suciedad.
- También se puede utilizar un cepillo humedecido con alcohol y rebajado con agua para desincrustar mejor la porquería acumulada. También debemos cerciorarnos de que la esfera esté herméticamente cerrada.
- En casa sólo debemos limpiar los relojes con pulsadores a rosca y tener especial cuidado con los relojes de oro por ser más blando que el acero.
LA CORREA
- Para la limpieza de la correa de acero debemos utilizar alcohol rebajado con agua y en algunos casos ayudarnos con un palillo o bastoncillo para los biseles y cristal y las zonas más escondidas.
- Si la correa es de cuero, lo mejor es utilizar un paño de microfibra y lo mismos para la limpieza del cristal.
- Para los relojes que no son resistentes al agua con cajas doradas no de acero y correa de cuero, lo mejor es un pañuelo de papel humedecido.
A MAYOR USO, MÁS LIMPIEZA
Es lógico entender que cuanto mayor sea el uso que hacemos del reloj, más debemos preocuparnos por su limpieza y mantenimiento. Si tenemos más de un reloj para distintas ocasiones el deterioro será mucho menor que si utilizamos uno para todos los días.
Pero lo idóneo sería limpiar el reloj cada día que lo usamos para prolongar su vida, algo que casi nadie hace.
CADA DOS AÑOS UNA REVISIÓN
Lógicamente como todas las máquinas, una cosa es lo que podemos hacer en casa y otra la limpieza mucho más profunda que nos puede hacer un profesional, ya que el interior del reloj (cambio de aceites, engrases) también es conveniente limpiar con cierta frecuencia. Por eso esa frecuencia se estipula en dos años, que es cuando los engrases van perdiendo su potencial de acción.
El profesional puede ver con detalle las ralladuras y los golpes que ha podido sufrir el reloj, así como comprobar si sigue teniendo la opción de ser sumergible…
Esperamos que estos pequeños consejos os sirvan para que os duren más los relojes en perfectas condiciones.
Referencia La Vanguardia
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