Seguramente el famoso dicho de que las apariencias engañan, lo habéis oído a lo largo de vuestra vida cientos de veces. Como muchos de los refranes, tienen mucho de cierto y este particularmente es aplicable a muchos aspectos de la vida.
Lógicamente en el mundo de las joyas puede ser muy fácil confundir lo auténtico de lo que no es y muchas de las alhajas que se lucen son bisutería.
¿Sabes distinguir entre joyas verdaderas y bisutería?
Normalmente se distinguen al tocarlas, pero a veces a simple vista no es tan fácil distinguir una joya de calidad de una copia barata. A continuación te explicamos como poder distinguirlas:
La bisutería, que proviene de la palabra francesa «bijouterie«, es un complemento de reemplazo para aquellos que no se pueden permitir el lujo de comprar joyas de calidad. Quien utiliza bisutería sabe muy bien que no son abalorios perdurables ni materiales de calidad y suele comprarlas en tiendas de costura o mercadillos. Las joyas permanecen a lo largo del tiempo y la bisutería no.
Como la bisutería no está fabricada con metales nobles no tiene denominación de origen y las joyas sí. Todas las joyas vienen grabadas con la ley, de ahí el dicho de es una joya de ley, que indica la pureza del metal.
El peso también nos indica la diferencia ya que la joyas son más pesadas.
Por otro lado, la bisutería al no estar hecha de materiales nobles puede (y es bastante frecuente) producir alergias y otras afecciones en la piel, ya que no están confeccionadas con materiales de calidad.
En «De tiempos de antaño» sólo vendemos joyas de calidad certificadas, por eso hemos creído oportuno ofreceros estos pequeños consejos sobre las diferencias más sobresalientes entre joyas verdaderas y bisutería.
Fuente de referencia Oui petit
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