Vamos a comentar algunas cosas interesantes sobre el platino, el más preciado de todos los metales.
Comencemos con algo de historia
El platino no es un metal nuevo aunque lo parezca, de hecho tiene más historia de la que imaginamos. Hace más de 3.000 años los egipcios ya lo utilizaban. Un hallazgo arqueológico lo demuestra, al encontrar un jeroglífico en platino de 2.500 años en perfecto estado que parecía casi nuevo.
Los indios precolombinos y los incas ya lo utilizaban con el que elaboraban joyas preciosas.
En 1.590, conquistadores españoles y debido en parte a su ignorancia y por su ciega obsesión por el oro, encontraron platino en los ríos de Ecuador. Como era un metal desconocido para ellos y se parecía a la plata lo llamaron «platina». Pero no como no le dieron el valor que se merece lo tiraron al mar.
Antonio de Ulloa, en 1735, recogió una muestra de platina de Pinto, indicando así el nombre del lugar de Colombia donde lo encontró.
En el siglo XVIII, pasó a ser un metal de gran interés para los científicos debido a sus estupendas propiedades.
Fue Scheffer, un químico sueco, que dijo del platino que era «el séptimo elemento existente». Pero el platino maleable no se obtuvo hasta 1.789, cuando el francés Chabaneau al necesitar fabricar un cáliz para el papa Pío VI.
El químico británico W. H. Wollaston, fue el primero que obtuvo una muestra de platino puro a principios de 1800. Su técnica en la separación de los metales del grupo del platino son la base de la metalurgia moderna del platino, aunque no es hasta el siglo XVIII cuando comienza a aparecer en Europa.
En 1.780 un joyero francés fabrica la primera joya de platino hecha en exclusiva para al rey Luis XVI. Poco más tarde se crea el sistema métrico decimal y las unidades de metro y kilo se realizan en platino.
No fue hasta el siglo XIX cuando se comienzan a diseñar las primeras colecciones de joyas hechas con platino en París, de la mano de firmas como Tiffany, Cartier y Fabergé. No fue hasta principios del siglo XX cuando se comienza a trabajar en serio con platino, aunque su elevado precio, hace que sea sustituido por el oro blanco. Es a finales del siglo XX cuando alcanza su mayor auge y se pone más de moda en el mundo de la joyería por sus cualidades de dureza, inalterabilidad y brillo.
El origen del platino
El platino no es fácil de extraer ya que tiene algunas propiedades que lo hacen único como me metal, por eso es más escaso y costoso que los demás.
Fuentes: Aleaciones metálicas naturales: platinoiridio (rica en iridio), ferroplatino (hasta un 21% de platino) con el resto de los metales del grupo, que recibe el nombre de polixeno, norilskita [aleación de platino (40%), hierro (25%), níquel (25%), cobre (10%)], sperrylita (PtAs2).
Los yacimientos
Es el segundo más abundante y el más importante del subgrupo. La gran producción de níquel hace rentable la obtención de platino, pues hay una parte de platino por cada dos millones de mineral.
El platino bruto se obtiene a partir de estos minerales por diferentes métodos. Por tratamiento con agua regia se separan dos fracciones: Platinoiridio : platino, iridio, rodio y paladio, soluble en agua regia. Osmioiridio: osmio, iridio, rodio y rutenio, insoluble en agua regia. Para la separación de los distintos metales se utiliza la diferente solubilidad de las sales y estabilidad de los estados de oxidación de los elementos.
En la actualidad los depósitos de este metal preciado están concentrados en unas pocas partes del mundo, principalmente en Sudáfrica y Rusia. Pero en las últimas décadas se han abierto nuevas minas que han desarrollado nuevas técnicas sofisticadas para la extracción del platino. Sin embargo en Sudáfrica se extrae el 80% de la extracción mundial.
Como podemos comprobar, el platino es un metal peculiar por su rareza y escasez, eso precisamente es lo que lo hace tan deseable y tan caro de obtener.
Referencia Joyería Plaor
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