Por medio de un proceso de electrolisis las joyas adquieren un acabado de gran calidad al ser bañadas en rodio, algo que se utiliza mucho en alta joyería. Este proceso no sólo protege tus joyas sino que les aporta una belleza y brillo especial.

Normalmente se aplica sobre plata y oro blanco. Además de adquirir un barniz especial y proteger la joya, también previene las alergias que sufre mucha gente sobre todo con la plata al contacto con la piel.

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El uso del rodio en joyería

El rodio es de la familia del platino y aunque mucha gente no lo sepa, es uno de los metales más caros del mundo por su rareza y escasez. Sin embargo no se utiliza como metal base para crear joyas únicamente en este metal ya que puede tener su grado de toxicidad. Ahora bien, utilizándolo como añadido o complemento no hay problema alguno, por ello se utiliza para dar un baño al oro o la plata.

¿Por qué un baño de rodio en las joyas?

Como hemos mencionado anteriormente el baño de rodio se hace por inmersión de la joya en este metal con una técnica llamada electrolisis. Con una cantidad mínima de rodio se hace una solución donde se sumerge el oro o la plata. Esto hace que la joya quede cubierta por una fina capa de rodio totalmente inocua para la persona.

Para qué sirve el baño de rodio

Principalmente sirve para proteger la joya para que no adquiera ese color feo con el paso del tiempo, ya que el oro y la plata también se oxida y puede sufrir arañazos sin esta película fina de rodio que preserva para siempre la joya.

Además cumple su función de embellecer la joya ya que la dota de un brillo especial realzando el que ya de por sí posee el oro y la plata. Es por ello que cuando vemos unas joyas de plata que brillan y lucen más es por el añadido de esta película de rodio.

 

Referencia Castmay