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Las joyas son un bien valioso y como tal, es susceptible a la imitación. Según un informe de la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (ANDEMA), el porcentaje de personas que compraron involuntariamente imitaciones pasó del 6% en 2006 al 16% en 2010, es decir diez puntos porcentuales de aumento. Teniendo en cuenta que estamos en 2023, es lógico pensar que el porcentaje ha ido en un aumento.

Todos somos susceptibles a ser engañados: a veces por prisas, otras por no observar detenidamente el certificado de autenticidad…, el caso es que nos pueden colar gato por liebre por varios motivos y con relativa facilidad. En definitiva, las buenas imitaciones cada vez proliferan más.

Uno de los casos más conocidos es Tiffany. En la red se han encontrado artículos de joyería de esta gran marca por un valor inferior, algo que difícilmente una casa del prestigio de Tiffany va a ofrecer descuentos por sus joyas, lo normal es que una gran marca nunca ofrezca precios minoristas.

Aunque lo más recomendable en estos casos es acudir a expertos como nosotros que os valoren las joyas como siempre hacemos con nuestros clientes, no viene de más unos consejos que os vamos a dar para poder identificar imitaciones y falsificaciones en vuestras compras de joyas.

 

  • Es fundamental comprar siempre a profesionales de confianza que os asesoren en todo momento y os aconsejen de los pormenores y ventajas a la hora de adquirir la joya.

 

  • Además del certificado emitido por la tienda a un diamante siempre le debe acompañar el certificado de un laboratorio gemológico independiente.

 

  • Necesitaremos una lupa de 10 aumentos para poder determinar y apreciar las imperfecciones y así determinar su grado de dureza. Hemos de tener en cuenta que el 99% de las piedras preciosas no alcanzan un grado de dureza absoluto.

 

  • La gran diferencia entre un diamante y una circonita es que el diamante nunca es transparente. El diamante devuelve aproximadamente el 70% de la luz que recibe debido a las imperfecciones o carbonos que dificultan su salida, esto hace que tenga un brillo diferente.

 

  • Hay que tener en cuenta el peso: un quilate equivale a 200 miligramos.

 

  • El oro y la plata deben de llevar dos marcas, la del fabricante y la del laboratorio de contraste. La marca del oro lleva el número 750.

 

  • Para identificar las perlas hay que tener en cuenta que las perlas auténticas están formadas por varias de nácar, así que la costumbre de morder las perlas para saber si son falsas o no, tiene su justificación. También es bueno saber que las perlas auténticas al tocarlas adquieren nuestra temperatura ya que son joyas orgánicas.

 

Estos pequeños consejos os servirán para estar atentos en un momento dado. Si queréis una información veraz no dudéis en acercaros por «De tiempos de antaño», os aclararemos todas vuestras dudas.

 

Referencia El País