Las perlas son una de las joyas más comunes en el joyero de cualquier mujer que guste de vestir con elegancia. Como bien hemos dicho en otras ocasiones, las joyas son para toda la vida, así que vamos a dar unos pequeños consejos de como conservar las perlas en el mejor estado posible.

las perlas son ese fenómeno resultado en nácar de una partícula extraña que se introduce en un molusco bivalvo.  Se caracteriza por tener un aspecto brillante, blanco y con dureza. Dependiendo de su origen, su composición química puede variar, aunque su componente principal es el agua, conchiolina (una proteína que sirve como unión orgánica entre los cristales), aragonesa, un carbonato de calcio, especie mineral de la familia de los carbonatos que presenta una concentración fuerte de nácar, además de otros minerales…

El cuidado de las perlas

Lo primero que debemos saber es si una perla goza de buena salud. Para saber si está enferma, debemos mirar si ha perdido brillo o comienza a escamarse.

¿Qué debemos hacer para conservarlas en buen estado?

Todas las perlas tarde o temprano pierden su brillo natural y no hay manera de evitarlo. Si pierden ese brillo natural es como si estarían muertas, ya que no debemos olvidar que la perla es al fin y al cabo un ser vivo. El nácar que cubre la perla es orgánico por lo que debemos evitar su desecación.

Debemos, por lo tanto tener algunos pequeños cuidados para que esto no ocurra o lo haga lo más tarde posible. Hay perlas que pueden llegar a vivir 200 años y algunas todavía se encuentran en buen estado.

  • Debemos evitar su contacto con cualquier elemento químico: perfumes, laca, alcohol, productos cosméticos, maquillaje… Para evitarlo lo mejor es ponerse las joyas al final.
  • Por supuesto, no debemos lavarnos, enjabonarnos o ducharnos con ellas por motivos obvios citados anteriormente.
  • Por último, debemos guardarlas en un sitio a temperatura constante, ya que los cambios bruscos de temperatura producen sequedad en ellas.

Esperamos que estos pequeños consejos os ayuden en el cuidado de vuestras perlas. Recordad que las joyas son para siempre y pasan de unas generaciones a otras.

 

Fuente de referencia Corazón de Joyas