Lucara Diamond Corp. desenterró en Botsuana un pedrusco del tamaño de una pelota de tenis durante su proyecto Karowe, en una mina ya conocida «Karowe de Lucara» por sus enormes piedras. Se trata de un diamante gigante de 1.758 quilates, el segundo más grande descubierto a lo largo de la historia.
Pero como no todo lo que parece es maravilloso, en le caso de este hallazgo, los diamantes pulidos no serán tan valiosos como los de hallazgos anteriores y no alcanzará un precio récord en el mercado ya que la gema es de calidad variable.
En 2015 en esa mina se encontró el que en aquel entonces se posicionó como el segundo diamante más grande. Lesedi La Rona que así se llama el diamante de 1.109 quilates se vendió por 53 millones de dólares. En la misma mina también se encontró un diamante de 813 quilates cuyo valor llegó a 63 millones de dólares. Piedras estas últimas, mucho más valiosas que nuestro protagonista elegido el segundo diamante más grande del mundo. Como podemos apreciar la mina ha ganado su fama de piedras grandes con creces.
Lo más importante de esta mina es que puede generar grandes gemas sin romperlas, algo importantísimo al no tener que separar multitud de trozos de grandes trozos de roca.
En tan sólo 4 años, la mina ha producido dos diamantes de más de 1.000 quilates, lo cual indica que probablemente seguirá generando diamantes de gran envergadura en un futuro.
Hasta la fecha, como ya hemos comentado en post anteriores, el diamante más grande del mundo sigue siendo Cullinan de 3.106 quilates. Hasta la fecha insuperable y encontrado en Sudáfrica en 1905. De él salieron la Estrella Mayor de África y la Estrella Menor de África que a día de hoy pertenecen a la corona británica.
Sin duda la lucha por la gema más grande y más valiosa sigue siendo un objetivo y cada vez que surge un hallazgo es noticia del mayor interés.
Fuente «El País»
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